El segundo día de nuestra escapada a los Pirineos se levantó plomizo y auguraba lluvia o nieve, según la cota en la que nos encontráramos en ese momento. Pero, ¿sabes qué? Casi que lo preferimos así, con niebla y nubes bajas, más misterioso, más invernal. Después de todo habíamos ido a la montaña a buscar nieve y frío, ¿no? Los días soleados ya vendrán en verano.
Así que cogimos carretera y manta y nos fuimos en busca de la tan codiciada nieve -sobretodo por O-. Fue salir de Sort y empezar a llover, primero cuatro gotas y luego algo más serio. Pero que más daba, era parte del encanto de ésta pequeña aventura de 48 horas.
Al final, después de dar algunas vueltas, acabamos en Espot donde encontramos unas esplanadas de nieve virgen. Aunque en un primer momento nos pareció que serian ideales para tirarnos con el trineo pronto vimos que no era así, había demasiada nieve y hasta el trineo se hundía -no te cuento ya nosotros-.
Así que nos fuimos arrastrando el trineo tan felices a dar un paseo por un caminito que encontramos entre lluvia, nieve y sol. Hicimos guerras de nieve, saludamos a los múltiples "Olafs" que encontramos en nuestro trayecto -¿has visto Frozen?- e hice unas cuantas fotos, faltaría más.
De vuelta al coche aprovechamos para dar una vuelta por Espot, un pueblo realmente encantador rodeado de montañas con sus casas de piedra y techo de pizarra. Es curioso ver como la vegetación y la fauna se adaptan a la zona sin demasiados problemas, vimos caballos revolcándose tan panchos en la nieve -¿tendrían calor?- y lechugas asomando tan frescas entre la nieve.
Así que nos fuimos arrastrando el trineo tan felices a dar un paseo por un caminito que encontramos entre lluvia, nieve y sol. Hicimos guerras de nieve, saludamos a los múltiples "Olafs" que encontramos en nuestro trayecto -¿has visto Frozen?- e hice unas cuantas fotos, faltaría más.
De vuelta al coche aprovechamos para dar una vuelta por Espot, un pueblo realmente encantador rodeado de montañas con sus casas de piedra y techo de pizarra. Es curioso ver como la vegetación y la fauna se adaptan a la zona sin demasiados problemas, vimos caballos revolcándose tan panchos en la nieve -¿tendrían calor?- y lechugas asomando tan frescas entre la nieve.
Pero lo mejor del día aún estaba por llegar. Después de comernos los bocadillos medio congelados en el coche pusimos rumbo a Barcelona con un tiempo más que inestable. Serían esas nubes caprichosas las que nos regalaría una de las puestas de sol más bellas que he visto nunca. No podía más que sacar la cámara por la ventanilla del coche un poco temerariamente y click-click-click como una loca cruzando los dedos para que saliera alguna decente.
Desde luego no hay mejor despedida posible :)
Es en momentos como aquél que me viene a la mente una frase que leí hace ya un tiempo y que no puede ser más cierta:
Y tú, ¿te gustan los días impredecibles o prefieres un sol radiante?
Abrazos de nubosos,
PS: el primer día de nuestra escapada y un día más primaveral
Me encantan las fotos y el sitio, ¡quiero nieve! Este invierno me he quedado sin verla, pero el que viene ya veremos quién gana xD
ResponderEliminarEl pueblo es precioso, me encantan las casas de piedra. ¿Las lechugas no se quemaron? Que bonico todo, me encantan los días así.
Hazme un muñeco de nieveeee. Lo siento, tenía que decirlo, has mencionado a Olaf :D
P.D.: Aquí otra loca que va haciendo fotos por la ventanilla con el coche en marcha. El día que se me caiga la cámara me voy a llevar un susto...
Todo es cuestión de subir a la montaña a buscarla, porque quien busca encuentra (aunque sea poquita)!
EliminarVenga vamos a jugaaar... es que es tan mono Olaf... :3
Tenemos que llevar cuidado con la cámara que aún algún día tendremos un disgusto jeje
Jo, vale ya con las fotos de escapadas bonitas :( ¡Tengo unas ganas de salir con mi cámara a dar paseos y a hacerle fotos a todo! :(
ResponderEliminarTus fotos preciosas como siempre <3 ¡Little Haggi me da siempre ganas de viajar!
Ayy, pues cuando quieras nos escapamos Julia! De vez en cuando ya va bien para desconectar aunque sea cerquita, vuelves con energias renovadas!
EliminarImpresionante, vaya paisaje!! Las fotos estupendas!
ResponderEliminarLos Pirineos, que lo ponen muy fácil para hacer fotos bonitas :)
EliminarComo me gustaría trasladarme a un pueblecito del Pirineu, con todo el tiempo del mundo para disfrutar de la belleza y de la naturaleza del entorno. No echaría ni miaja en falta la ciudad, no soy nada cosmopolita. jajaja Bonitas fotos guapa :)
ResponderEliminarYo por un par de semanas sí que me iría, ahora más no... me gusta demasiado la ciudad! Aunque siempre va bien escaparse de vez en cuando para desintoxicar un poco :)
EliminarQue pasada de lugar, me ha encantando! Y las fotografías preciosas. Al final te quedaron estupendas las del atardecer, mereció la pena intentarlo :)
ResponderEliminarAunque no pude escoger bien bien que encuadre quería con el atardecer la cámara y la carretera se pusieron de mi parte :) Abrazos!
EliminarAquí por las planas de Lleida los atardeceres son geniales! Si hay una cosa bonita para destacar, es esto! El próximo día tenéis que visitar el Parc Nacional d'Aigüestortes, si no habéis estado!
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad es que tenéis unos paisajes que dan para eso y mucho más!
EliminarAquél fin de semana no nos aventuramos a subir porque nos daba mucho respeto la montaña y la nieve por las fechas que eran (mediados de febrero), pero yo he subido un par de veces a l'Estany de St Maurici y al refugi de la Ratera, es un sitio que me tiene enamorada! Tengo muchísimas ganas de volver!