Desde que O. me regaló una preciosa Canon AE-1 Program -hace ya casi un año- he hecho alguna que otra incursión en el increíble mundo de la fotografía analógica. Ya te hablé un poco de ella en un post invitado en Dear Julia, de hecho, las fotos que aparecen son del primer carrete que revelé!
Desde entonces he ido experimentando con diferentes tipos de carretes, aprendiendo a medir la luz de una escena con el fotómetro y, lo más difícil para mí, enfocar manualmente. La verdad es que me da tanto miedo que salga desenfocado el sujeto que cada fotografía me toma mil años. Pero oye, estudio la composición, la luz y la escena antes de disparar como nunca antes lo había hecho.