10 curiosidades sobre Little Haggi

No sé si dedicarle una entrada a un conejo es una locura o es lo más normal del mundo. De todas maneras, no es la primera vez que lo hago ya que hace unos cuantos meses compartí contigo ésta pequeña sesión fotográfica. Así que supongo que no te viene de nuevo tampoco.

Desde que hice el "50 cosas sobre mí" le estoy dando vueltas a ésta entrada. Y es que me apetece compartir contigo, que ya eres casi de la familia (sobretodo si me sigues por Instagram que hasta hay un vídeo colgado...), algunas curiosidades sobre Little Haggi. De esas que cuentan los dueños pesados y enamorados de sus amiguetes no-humano. ¿Me acompañas?

1. Es adoptado, por increíble que suene. Una chica lo compró pensando que era hembra y luego se encontró la sorpresa. Como ya tenía una hembra no quería quedárselo, así que ni corta ni perezosa nos regaló una preciosa bolita blanca peluda de 4 meses.

2. Es extremadamente mimoso. Ha cogido la rutina después de cenar y no hay quién se escape. Es acoso y derribo, a la que te sientas en el sofá allí está él mirándote con cara de gatito de Shreck. Y a ver quién le dice que no.

3. Por un trozo de manzana ma-ta. Es su comida favorita y en cuánto huele la fruta ya lo tenemos corriendo por nuestros pies, poniendose a dos patas, encaramandose a las sillas... lo que haga falta. Eso sí, una vez está en su poder mejor que lo dejes tranquilo.

4. No soporta que le toquen el culo. Le puedes tirar de los bigotes, tocarle la barriga, incluso puedes ponerlo boca arriba. Ahora ni se te ocurra tocarle el culo porqué sale por patas.

5. Ni que lo cepillen. No para quieto ni un segundo, cabecea y se pone a dos patas al más puro estilo "He dicho que no y punto".

6. Tiene un don para saber cuándo vas a abrir puertas prohibidas. A las habitaciones no puede entrar porque se esconde debajo de las camas y ya no hay quien lo saque (claro que él se lo pasa pipa cuando se cuela). En cuanto abres un poquito la puerta ya está detrás tuyo listo para entrar a toda velocidad. No sé como lo sabe pero lo sabe.

7. El sofá es lo mejor de toda la casa: puede derrapar y correr como un loco, está blandito y, además, hace de puente para llegar a plantas riquísimas, ¿qué más se puede pedir?

8. Duerme tapado con una manta. No es que lo tapemos a él directamente sino que le echamos una manta por encima de la jaula (o al menos por la parte de delante). Porqué si no, sobre la 0.30h, se pone a roer los barrotes como un loco sin razón aparente.

9. Siestas interminables. A O. le encanta decir que es un conejo "estresado". Y es que aquí el señorito se pasa el día durmiendo a pierna suelta en la jaula. Tanto, que a veces le doy un golpecito para comprobar que sigue aquí (ya me entiendes)

10. Está hecho todo un galán. Sólo le falta llevar pajarita. Es hiper-mega-ultra-super-limpio (en general todos los conejos lo son) y se pasa el día acicalándose. Sólo hace falta ver una cosa: es blanco y siempre está impecable.

Hasta aquí las 10 cosas sobre Little Haggi. Puede que te haya sorprendido que un conejo sea capaz de tanto pero, como todos los animales, tiene su carácter y personalidad. Y si estás por ellos y los mimas es increíble lo que pueden llegarse a hacer entender.

Quiero acabar éste post con el típico tópico pero tristemente aún necesario "No compres, adopta". Sobretodo en éstas fechas. Todavía me sorprende como nos pudieron regalar éste peluchito de cuatro meses sin más miramientos. O como se deshicieron de la cobaya de tres meses que adoptó mi hermano hace nada. Para mí es impensable.

Existen muchísimas protectoras pero aún hay más gente que los regala en portales de segunda mano porque ya no pueden hacerse cargo o ves a saber qué. Con Internet lo tenemos tan fácil que no hay excusa, está todo a un click.

Y tú, ¿tienes algún peludito en casa que te alegre los días?

¡Feliz martes!