El segundo día fue algo más relajado que el primero pero tampoco paramos quietos. Si el día anterior nos habíamos dedicado a ver desde fuera todo lo que queríamos, el segundo día entramos en los monumentos que queríamos visitar. La Torre Eiffle, Notre Dame y el Arco de Triumfo fueron los escogidos.
A. El Trocadero | B. La Torre Eiffel | C. Notre Dame | D. El Arco del Triumfo | E. Pont Alexandre III | F. Moulin Rouge y barrio de la Pigalle |
Como ves es una elección muy típica y tópica, pero era la primera vez que estábamos en París y nos apetecía ver lo más emblemático de la ciudad :)
Empezamos el día desayunando otro delicioso croissant para coger fuerzas mientras cruzábamos los dedos para que no lloviera mucho, el día estaba muy gris. La estética del café me enamoró y, además, ¡tenía una flecha luminosa como la que te enseñaba ayer!
Después de desayunar nos fuimos directos a uno de los sitios de visita "obligada" si vas a París: el Trocadero, de los mejores lugares para fotografiar la Torre Eiffel y que te quepa en la cámara a la primera sin tener que empezar a andar para atrás.
Eran las 10:30 y ya había bastante gente haciéndose fotos con la susodicha en cuestión de fondo en las poses más raras y variadas que te puedas imaginar. Nosotros no fuimos menos y también tenemos unas cuantas, pero son bastante decentes.
A lo mejor te parece una tontería lo que voy a decir ahora pero, tenía mucha curiosidad por saber dónde estaba exactamente la Torre Eiffel. La verdad es que no sabía si el Sena pasaba por debajo, si sería todo un campo verde, etc... El caso es que, al final, me lo había imaginado todo del revés... ¡pero ahora ya lo tengo clarísimo!
Después de mirarla y remirarla fuimos a las taquillas decididos a subir andando porque nos hacía ilusión y pensando que no habría tanta gente (además de que solo costaba 4€ de nada). Ilusos. No era una exageración pero hicimos una hora de cola bien bien.
Para ahorrarte las colas lo mejor es comprar los tickets online. El problema es que, en nuestro caso, los miramos con dos meses de antelación y ya estaban agotados... Mi consejo, si tienes claro que vas a ir a París (y quieres subir a la Torre Eiffel) cómpralos cuanto antes mejor.
Subir andando es posible, no hace falta estar en una gran forma física (los niños nos adelantaban corriendo) pero tampoco voy a negar que llegamos al primer piso sudando como pollos.
Las escaleras son anchas y en ningún momento tuvimos sensación de peligro ya que están cubiertas con unas rejas. Ahora, las vistas impresionan un poco y si tienes vértigo o te dan miedo las alturas quizás no es la mejor opción.
Las escaleras son anchas y en ningún momento tuvimos sensación de peligro ya que están cubiertas con unas rejas. Ahora, las vistas impresionan un poco y si tienes vértigo o te dan miedo las alturas quizás no es la mejor opción.
En el primer piso no nos entretuvimos demasiado y subimos directos al segundo, que es más pequeño pero había muchísima más gente porque es donde acaban los ascensores.
Las vistas desde la Torre Eiffel son bonitas pero, aunque te parezca una tontería, les falta algo. Y ese algo es la Torre Eiffel.
Me explico. Te acostumbras en seguida a verla aparecer por los rincones, vayas donde vayas sobresale por encima de todos los edificios de largo. Así que cuando estás subido en ella y no la ves aparecer se te hace extraño. Y es que París sin la Torre Eiffel no es París.
Campos de Marte y, al fondo, la Torre Montparnasse |
El Trocadero |
Los Invalidos |
Entre que bajamos y llegamos a Notre Dame (fuimos en metro), el día se despejó.
Notre Dame al principio me decepcionó. Al verla de frente, sin nada más a su alrededor, me pareció un edificio cuadrado puesto ahí sin más. Por otro lado, el interior tampoco es especialmente espectacular, exceptuando los rosetones.
La entrada es gratuita y no hay que hacer mucha cola (apenas 15 minutos) y, en cambio, para subir a las torres la cola era de una hora. Así que primero visitamos el interior y después fuimos a hacer la cola para subir. El acceso a las torres se encuentra en el lateral izquierdo (mirándola de frente), no hagas como nosotros que nos pateamos tres veces Notre Dame buscando las taquillas por dentro!
Aquí tuvimos un momento de flaqueza. Eran las 14h y la perspectiva de una hora o más de cola con el estómago vacío no era muy atractiva... Pero de perdidos al río, ya que estábamos allí pues aprovechábamos y ya, si eso, comeríamos luego.
Y menos mal, porque luego nos enteramos que la cola la cerraban a las 16:40h, es decir, no dejaban ponerse a nadie más. Si nos hubiéramos ido a comer a un restaurante probablemente nos habríamos perdido éstas maravillosas vistas:
Y menos mal, porque luego nos enteramos que la cola la cerraban a las 16:40h, es decir, no dejaban ponerse a nadie más. Si nos hubiéramos ido a comer a un restaurante probablemente nos habríamos perdido éstas maravillosas vistas:
Durante el paseo me acordé que en la Île de Sant Louis estaba una de las heladerías artesanales más famosas de París: Berthillon. Nos lo había recomendado el guía del día anterior, en la guía turística también salía... y yo no me iba de allí sin probar un helado.
No te voy a engañar, no las tenía todas conmigo de que estuvieran tan tremendamente buenos. Ya se sabe que cuando algo lo ponen tan bien la mayoría de veces luego no es para tanto. Sin embargo ésta vez no fue así. Tengo a media familia riéndose de mí porque ahora, cada vez que me como un helado, me acuerdo de la Berthillon pero... no miento si digo que es el mejor helado que he probado nunca, verdad verdadera. Y O. piensa como yo.
Si vas a París haz un hueco en tu agenda y ves a probar los helados de la Berthillon, no te arrepentirás.
Una vez acabamos de saborear nuestros helados nos fuimos (en metro) a probar suerte en el Arco de Triumfo. Queríamos subir pero eran las 19h de la tarde y no nos veíamos con ánimos de pasar otra hora haciendo cola. Tuvimos suerte y cuando llegamos no había nadie! No nos lo creíamos ni nosotros así que no nos lo pensamos dos veces y para arriba.
El Arco de Triumfo está en la plaza Charles de Gaulle, que viene a ser una rotonda gigante con sus 12 salidas y entradas. Además, como curiosidad, los carriles no están delineados así que es un poco la jungla. De hecho, casi vemos un accidente. Hay un túnel subterráneo peatonal para acceder al monumento, es una muy mala idea intentar cruzar la rotonda por arriba.
Las vistas desde allí tenian la particularidad que, realmente, puedes admirar la distribución radial de París ya que ves como 12 avenidas inmensas (incluida los Campos Eliseos) desembocan en la plaza.
Aunque la puesta de sol empezó cuando aún estábamos arriba, lo mejor estaba por llegar. Porque al bajar el cielo se tiñó de malva y París nos regaló uno de los atardeceres más bonitos que he fotografiado nunca.
Aunque tuvimos que esperar un buen rato para que no apareciera nadie de por medio (O. tuvo una paciencia infinita), la espera valió la pena.
Después del Arco de Triumfo convencí a O. para bajar andando por los Campos Elíseos hasta mi querido Pont Alexandre III (¿te acuerdas del puente que llevaba a los Invalidos?) para hacer unas nocturnas con el sena y la Torre Eiffel de fondo ♥♥
El tráfico del Sena era espectacular, constantemente pasaban barcazas en las dos direcciones. Cada una con sus luces, algunas realmente cegadoras, y su música. Tal era la cantidad que me fue imposible hacer una foto sin.
Eran las 22:30h de la noche y, aunque no habíamos andado tanto como el día anterior, estábamos bastante cansados. El segundo día subimos un total de 1200 escalones (Torre Eiffel + Notre Dame + Arco de Triumfo) y estar de pie parado haciendo las colas es algo matador.
Aún así, no nos queríamos ir de París sin ver el Moulin Rouge y el barrio de la Pigalle de noche. Así que sacando fuerzas de no sé donde cogimos el metro y nos fuimos a hacerle una breve visita al barrio más picante de la ciudad.
Es una zona de mucho ambiente y por la noche se transforma. No tiene nada que ver durante el día. Aunque toda la calle nos invitaba a salir de copas estábamos cansados y después de paseo nos fuimos al hotel dando por terminado el segundo día en la ciudad de la luz.
El 3r día, el último que estabamos en París, nos lo tomamos con más calma y fuimos a visitar el Sagrado Corazón y el barrio bohemio de Montmartre. Pero de eso hablaremos el próximo lunes 28/07!
Espero que hayas disfrutado de éste (no tan) breve viaje virtual a París, ya sabes que a mí me encanta compartirlo contigo :)
¡Feliz día!No te voy a engañar, no las tenía todas conmigo de que estuvieran tan tremendamente buenos. Ya se sabe que cuando algo lo ponen tan bien la mayoría de veces luego no es para tanto. Sin embargo ésta vez no fue así. Tengo a media familia riéndose de mí porque ahora, cada vez que me como un helado, me acuerdo de la Berthillon pero... no miento si digo que es el mejor helado que he probado nunca, verdad verdadera. Y O. piensa como yo.
Si vas a París haz un hueco en tu agenda y ves a probar los helados de la Berthillon, no te arrepentirás.
Una vez acabamos de saborear nuestros helados nos fuimos (en metro) a probar suerte en el Arco de Triumfo. Queríamos subir pero eran las 19h de la tarde y no nos veíamos con ánimos de pasar otra hora haciendo cola. Tuvimos suerte y cuando llegamos no había nadie! No nos lo creíamos ni nosotros así que no nos lo pensamos dos veces y para arriba.
El Arco de Triumfo está en la plaza Charles de Gaulle, que viene a ser una rotonda gigante con sus 12 salidas y entradas. Además, como curiosidad, los carriles no están delineados así que es un poco la jungla. De hecho, casi vemos un accidente. Hay un túnel subterráneo peatonal para acceder al monumento, es una muy mala idea intentar cruzar la rotonda por arriba.
Las vistas desde allí tenian la particularidad que, realmente, puedes admirar la distribución radial de París ya que ves como 12 avenidas inmensas (incluida los Campos Eliseos) desembocan en la plaza.
Aunque la puesta de sol empezó cuando aún estábamos arriba, lo mejor estaba por llegar. Porque al bajar el cielo se tiñó de malva y París nos regaló uno de los atardeceres más bonitos que he fotografiado nunca.
Aunque tuvimos que esperar un buen rato para que no apareciera nadie de por medio (O. tuvo una paciencia infinita), la espera valió la pena.
Después del Arco de Triumfo convencí a O. para bajar andando por los Campos Elíseos hasta mi querido Pont Alexandre III (¿te acuerdas del puente que llevaba a los Invalidos?) para hacer unas nocturnas con el sena y la Torre Eiffel de fondo ♥♥
El tráfico del Sena era espectacular, constantemente pasaban barcazas en las dos direcciones. Cada una con sus luces, algunas realmente cegadoras, y su música. Tal era la cantidad que me fue imposible hacer una foto sin.
Eran las 22:30h de la noche y, aunque no habíamos andado tanto como el día anterior, estábamos bastante cansados. El segundo día subimos un total de 1200 escalones (Torre Eiffel + Notre Dame + Arco de Triumfo) y estar de pie parado haciendo las colas es algo matador.
Aún así, no nos queríamos ir de París sin ver el Moulin Rouge y el barrio de la Pigalle de noche. Así que sacando fuerzas de no sé donde cogimos el metro y nos fuimos a hacerle una breve visita al barrio más picante de la ciudad.
Es una zona de mucho ambiente y por la noche se transforma. No tiene nada que ver durante el día. Aunque toda la calle nos invitaba a salir de copas estábamos cansados y después de paseo nos fuimos al hotel dando por terminado el segundo día en la ciudad de la luz.
El 3r día, el último que estabamos en París, nos lo tomamos con más calma y fuimos a visitar el Sagrado Corazón y el barrio bohemio de Montmartre. Pero de eso hablaremos el próximo lunes 28/07!
Espero que hayas disfrutado de éste (no tan) breve viaje virtual a París, ya sabes que a mí me encanta compartirlo contigo :)
¿Qué te ha parecido el 2º día?
Cualquier duda puedes preguntarme en los comentarios :)
Que atardecer tan precioso!!
ResponderEliminarCuando planee mi viaje a Paris (porque quiero ir cuanto antes hahaha) me volveré a leer estos post sobre la ciudad! :)
un beso
A ver si puedes ir pronto Victoria, vale muchísimo la pena! :)
EliminarQué fotos más bonitas, Jessica! Me he teletransportado a Paris mientras leía tu relato :-)
ResponderEliminarQue bien! Gracias, Laura :D
EliminarQue maravilla! Me ha encantado!!! Te felicito por las fotos, son realmente buenas, me he deleitado con cada una de ellas como si estuviese allí :D
ResponderEliminarMe alegro! Muchas gracias Beatriz! :)
Eliminar¡Qué chulada! No sé cómo lo haces pero a mí no me quedan tan coloridas x')
ResponderEliminarMis preferidas son la del telescopio, la del atardecer (¡íncreible!) y por supuesto las de noche del Pont Alexandre III y la Torre Eiffel :D
Te vas superando, no quiero saber cómo serán las del 3r día! jejeje
La verdad es que cuando me compré el Sigma el primer cambio que noté (aparte de la nitidez) fueron los colores, son mucho más intensos y con más vida! ^^ Luego también hay una parte de revelado o post-procesado ;)
EliminarOhhhhh, qué bonito viaje! Por cierto, preciosas fotos. Feliz día guapa
ResponderEliminarGracias, Ade! ^^
EliminarSoy tu fan número uno y te odio mucho, porque me han entrado unas ganas de ir a París que no te puedes ni imaginar!! jajajaja
ResponderEliminarPRECIOSAS tus fotos del viaje, decir que eres una artistaza se me queda muy corto! Muchas gracias por el viaje virtual Jessica!
Si yo fuera a París tengo muy claro que jamás subiría por las escaleras a la torre Eiffel porque puede que sea la persona con más vértigo del mundo :P
Y para catedrales góticas bonitas la de Burgos, hombre ya!! tanto Notre Dame y tanta leche! jajajaja
Muchos besotes y ya me tienes deseando ver la última parte!