jueves, 24 de septiembre de 2015

Film is not dead (I)



Desde que O. me regaló una preciosa Canon AE-1 Program -hace ya casi un año- he hecho alguna que otra incursión en el increíble mundo de la fotografía analógica. Ya te hablé un poco de ella en un post invitado en Dear Julia, de hecho, las fotos que aparecen son del primer carrete que revelé!

Desde entonces he ido experimentando con diferentes tipos de carretes, aprendiendo a medir la luz de una escena con el fotómetro y, lo más difícil para mí, enfocar manualmente. La verdad es que me da tanto miedo que salga desenfocado el sujeto que cada fotografía me toma mil años. Pero oye, estudio la composición, la luz y la escena antes de disparar como nunca antes lo había hecho.




Hoy te traigo uno de esos experimentos que no acabó de salir bien del todo pero que aún así tiene su encanto. Y es que las cosas a la primera no suelen salir perfectas.

Un buen día de primavera cogí la cámara, le puse un Kodak Portra 160 que me habían traido los Reyes y me fuí a empaparme del Born; uno de los barrios con más carisma de Barcelona. Por el camino decidí que quería probar a forzar el carrete dos pasos, es decir, subexponer las imágenes y que luego en el laboratario ajustaran el revelado para que la exposición fuera la correcta.

Haciendo ésto lo que sucede es que la película se transforma en una otra totalmente diferente. Cambian los colores, el contraste, el grano... En definitiva, cada carrete te ofrece todo un abanico infinito de posibilidades. Eso sí, si decides forzar debes hacerlo en todo el carrete, no sólo en una o dos fotos ;)

¿Por qué salió mal el experimento? Pues porqué me equivoqué al hacer los números y subexpuse de más. Como resultado, más de la mitad de las fotos han quedado demasiado oscuras y en el laboratorio no las han podido salvar. De todas maneras, aunque no sean las fotos más bonitas ni las mejores me apetecía compartirlas contigo :) Aquí van.

















Después de todo, éstas pequeñas aventuras y desventuras (de las segundas tengo ya unas cuantas...) forman parte de la magia de la fotografía analógica que tanto engancha a unos y tanto incomoda a otros.

Éstas fotografías quizá no sean ni las más bellas ni las mejores, pero desde luego especiales y únicas lo son de aquí a la luna.

Y tú, ¿has probado alguna vez la fotografía analógica? ¿Te atreves a dar el salto?

Abrazos subexpuestos, 

5 comentarios:

  1. El analógico tiene siempre tanto encanto! Que colores tan bonitos y que "saudades" de las callejuelas del born :')
    Un besito!

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    1. La fotografía tiene un algo que la hace inimitable e incomparable :)

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  2. me ha encantado! mira que llevo años con la fotografia analogica y no se me habia ocurrido forzarlo. probare a ver que sale!

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    1. Pruébalo Leyre! Siempre es divertido y emocionante experimentar :) Eso sí, acuérdate de decírselo al laboratorio de revelado para que hagan los ajustes necesarios a la hora de revelar ;)

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  3. Hace años usaba mi cámara analógica mucho más. Me encanta el factor sorpresa del carrete y también esa representación de la realidad que no consiguen las cámaras digitales. Si no la uso más es por la pereza de revelar realmente. Eso sí nunca se me ocurrió forzar la película.

    Creo que te han quedado unas fotos muy chulea e interesantes

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